Sobre hipotecas

Qué es y cómo pedir una novación de hipoteca.

29 ago. 2023
TIEMPO DE LECTURA: 4 Mins

Dicen que una hipoteca es como un matrimonio con la entidad financiera y puede que sea así. Como con el matrimonio, en una hipoteca es posible alcanzar nuevos acuerdos entre la pareja y cambiar sus términos. Eso sí, con tu préstamo hipotecario eso tiene un nombre: novación. 

¿En qué consiste la novación hipotecaria?

Una novación hipotecaria no es más que una operación que te permite cambiar las condiciones de la hipoteca que ya tienes contratada.
Para que lo entiendas mejor, es como renegociar las cláusulas del préstamo, aunque dentro de unos límites. Para empezar, la entidad financiera no está obligada a aceptar los nuevos términos que propongas y puede plantearte sus propias condiciones.
Esto es muy habitual si, por ejemplo, buscas ampliar el plazo de la hipoteca para pagar menos cuota mensual o si quieres ampliar el capital, es decir, pedir más dinero. 
Además hay otras formas de producir cambios en la hipoteca que tienen su propio nombre: subrogación o cancelación hipotecaria para firmar un nuevo préstamo.
La diferencia entre una novación y una subrogación acreedora es que con la primera cambias las condiciones de la hipoteca sin cambiar de entidad financiera. 
La subrogación acreedora  sí supone cambiar de banco la hipoteca. Y si hablamos de subrogación deudora implica  traspasar la hipoteca a otra persona (cambiar a unos deudores por otros). 
“Una novación hipotecaria es una operación que te permite cambiar las condiciones de la hipoteca.”

¿Qué cambios puedes hacer al novar una hipoteca?

Una novación permite cambiar cualquier término de la hipoteca. Esa es otra de las diferencias con una subrogación, que no permite cambiar el plazo de la hipoteca.
Al novar la hipoteca vas a poder modificar las condiciones de tu préstamo, siempre que llegues a un acuerdo con tu entidad. Como, por ejemplo:
Ampliar el capital del préstamo. Si necesitas una ampliación de la hipoteca, puedes conseguirla a través de una novación. La entidad analizará la solicitud y evaluará si es posible prestarte más dinero. 
Ampliar o reducir el plazo de amortización de la hipoteca. Con la novación también podrás cambiar el plazo de devolución y ampliarlo para reducir la cuota mensual o reducirlo para pagar antes la hipoteca y abonar menos intereses. 
Modificar el tipo de interés de la hipoteca para pasar de tipo variable a tipo fijo o intentar adaptarlo a las nuevas condiciones de mercado.  
Cambiar el método de amortización y otras condiciones financieras del préstamo.
En conclusión, con una novación podrás modificar las condiciones de tu préstamo  siempre que la entidad financiera acepte y lleguéis a un acuerdo.

 ¿Qué gastos tiene la novación hipotecaria?

¿Hay que pagar por cambiar las condiciones de la hipoteca? En la mayoría de los casos sí. Para eso se incluye precisamente la comisión por novación dentro de la escritura hipotecaria.
Esta comisión está limitada por ley para los cambios de hipoteca variable a tipo fijo y también para las ampliaciones de plazo. En el primer caso la comisión no podrá superar el 0,05% del dinero que reste por pagar durante los primeros tres años y será del 0%  a partir de ese período.
En el segundo caso, si solo se amplía el plazo de la hipoteca, la comisión por novación nunca podrá ser mayor del 0,1% del capital pendiente.
Para el resto de cambios, la comisión será la que se haya establecido en la escritura de la hipoteca.
El otro gasto que puedes tener que pagar en una novación es la tasación de la vivienda en caso que sea necesaria, y el valor dependerá de la sociedad de tasación que uses. 
La novación tiene otra serie de gastos como la notaría, registrar los cambios de la hipoteca en el Registro de la Propiedad o el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD). Sin embargo, no tendrás que preocuparte por ellos porque corren del lado de la entidad financiera.

¿Cuándo plantearte cambiar la hipoteca?

Hay muchas razones para pedir una novación de la hipoteca. A fin de cuentas, es la fórmula más sencilla de mejorar las condiciones de tu préstamo.
En cualquier caso, las cuatro razones más habituales son:
Cambiar el tipo de interés, en los últimos años de un tipo variable a uno fijo.
Ampliar el monto de la hipoteca para hacer una reforma en la casa o porque necesitas el dinero por cualquier motivo. La razón de hacerlo es que el tipo de interés de la hipoteca suele ser menor que el de un préstamo personal.
Ampliar el plazo de la hipoteca si necesitas pagar menos de cuota cada mes. Esta es una buena solución para quienes empiezan a tener problemas para afrontar la hipoteca o, simplemente, quieren ir un poco más desahogados cada mes. Alargar la hipoteca siempre reducirá la cuota mensual, aunque a cambio, pagas más intereses en la vida total del préstamo.
En resumen, una novación hipotecaria te puede ayudar a mejorar las condiciones del préstamo, a financiar otros gastos o a ajustar la hipoteca a tu realidad financiera.

 
 

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