Como te hemos contado en otras ocasiones, la compra de una vivienda y su financiación son, seguramente, una de las decisiones más importantes que, desde el punto de vista económico y financiero, tomaremos a lo largo de nuestra vida debido a que suponen una importante inversión y un compromiso a largo plazo.
A pesar de este compromiso, puede que en los próximos años quieras hacer realidad ese sueño del que hablas habitualmente con tus amigos o tu pareja. ¿Es esto posible? Nosotros creemos que sí.
Tener una hipoteca no implica que no podamos emprender y desarrollar otros proyectos. Sin embargo, para compatibilizar nuestra hipoteca y hacer realidad otros propósitos, tendremos que tener en cuenta algunas cosas.
1. La hipoteca y la vivienda deben ajustarse a nuestras necesidades reales
Como compradores de vivienda debemos mantener siempre los pies en el suelo y tener claro qué tipo de vivienda se ajusta a nuestras necesidades y a nuestras características socioeconómicas.
Recuerda que las cuotas de tu hipoteca nunca deben superar el 35% de tus ingresos mensuales.
2. Planificación de la economía doméstica
También debemos llevar a cabo un control exhaustivo de todos nuestros gastos preparando un presupuesto de nuestra economía.
Para planificar nuestra economía doméstica debemos tener en cuenta nuestros principales gastos:
- Las cuotas de la hipoteca y de otros préstamos (ej. del coche).
- Gastos imprescindibles y variables: comida, ropa, etc.
- Los gastos fijos derivados del mantenimiento de nuestro hogar (facturas de suministros, impuestos como el IBI, comunidad de propietarios, seguro del hogar…).
- Gastos de tarjetas de crédito.
- Es importante, además, dejar una partida para ahorro como si de un gasto más se tratara. De este modo, tendremos capacidad de respuesta en caso de algún imprevisto.
Teniendo en cuenta todos estos gastos y nuestros ingresos, sabremos realmente cuál es nuestra capacidad de pago. Lo más importante es gestionar todo ese presupuesto con el objetivo de evitar el sobreendeudamiento.
Si queremos iniciar otro proyecto es fundamental que seamos capaces de asumir todos los gastos con tranquilidad, mes a mes.
3. ¿Cuál es el tipo de hipoteca que más nos conviene si queremos compatibilizarla con un proyecto?
Si antes de formalizar la hipoteca ya tenemos la idea de querer compatibilizarla con otros proyectos, puede que también debamos analizar el tipo de hipoteca que más nos conviene. Podemos optar por una hipoteca a tipo variable, a tipo fijo o una hipoteca mixta.
¿Qué debemos tener en cuenta si escogemos la hipoteca a tipo fijo?
Es la que nos aporta mayor estabilidad porque conoceremos de antemano las cuotas del préstamo a lo largo de todo el periodo de amortización, proporcionándonos una seguridad que nos permita compatibilizar proyectos a más largo plazo con la certeza de que podremos asumirlos.
¿Qué debemos tener en cuenta si escogemos la hipoteca a tipo variable?
Actualmente, las hipotecas de tipo variable (diferencial + índice de referencia) ofrecen un tipo de interés más bajo. Y es que el índice de referencia más utilizado, el Euribor, está registrando mínimos históricos. Por eso, ahora son muy atractivas. Sin embargo, la situación puede cambiar puesto que la referencia utilizada fluctúa y una subida de esta puede hacer que la cuota aumente de forma considerable.
Para evitar imprevistos, podemos calcular el valor máximo que podrían alcanzar nuestras cuotas. Este cálculo se haría partiendo del máximo histórico que haya registrado el índice de referencia (y sumándole el diferencial). En el caso del Euribor, el máximo registrado fue en el 2008 y el interés se situó en el 5,3%.
¿Qué ofrecen las hipotecas mixtas?
Las hipotecas mixtas combinan un tipo de interés fijo los primeros años (según el tipo, pueden llegar hasta 15 años) para convertirse en una hipoteca de interés variable finalizado ese periodo inicial.