Sobre hipotecas

El valor de la tranquilidad

14 mar. 2020
TIEMPO DE LECTURA: 3 Mins

El valor de la tranquilidad

Cuando compras tu casa y la financias con un préstamo hipotecario, el banco te suele ofrecer un seguro de vida y la decisión de contratarlo depende, en muchas ocasiones, de cuánto nos mejorarán las condiciones del crédito. Hacemos números y estudiamos si nos compensará pero ése no el único análisis que tenemos que hacer; ¿Qué es lo verdaderamente importante a tener en cuenta antes de contratar un seguro de vida?

Hazte estás preguntas:

1. ¿Depende alguien económicamente de mí?
2. Si me ocurre algo, ¿dejaré deudas que mis herederos no podrán afrontar?
3. ¿Las personas que están a mi cargo podrán vivir bien con los ingresos que les quedarán?
4. Si tuviera una incapacidad que me impidiera trabajar ¿podría vivir con comodidad económica?

Hoy en día aseguramos nuestro teléfono móvil por si se nos rompe o nos lo roban, ¿no será más importante asegurar nuestra vida? Haciendo una comparativa de los costes de estos dos seguros y lo que nos dan a cambio, en el primer caso un móvil nuevo, en el segundo, dejar a nuestros seres queridos cierta seguridad económica, o al menos no dejarles deudas que no puedan afrontar, personalmente me quedo con el segundo.

¿Por qué es importante el seguro de vida?

El verdadero valor de un seguro no es solo la prestación que ofrece sino la tranquilidad que te da a ti y a los tuyos. Su contratación no se decide porque “no va a servir para nada”, se debe decidir “por esa tranquilidad de todos”, tanto del asegurado como del resto de miembros de la familia.

Si nos pasa algo por un azar desafortunado, tengamos la seguridad de impactará lo menos posible en la vida de nuestros seres queridos, sabiendo que van poder seguir con sus proyectos: estudiar una carrera, poder vivir en la misma casa, irse de vacaciones, mantener un bienestar, hacer algún viaje, cambiar de coche, etc.

Tampoco nos olvidemos de que los seguros de vida conviene contratarlos con cobertura de Incapacidad Permanente Absoluta porque un accidente o una enfermedad grave pueden impedirnos seguir trabajando y, en estas circunstancias, además podríamos necesitar asistencia y tratamientos costosos.

¿Cuándo es momento de contratar un seguro de vida?

Lo aconsejable es contratarlo cuando eres joven y estás bien de salud ya que la prima será menor. Aunque también es recomendable hacerlo en momentos importantes de nuestra vida, como cuando llegan los hijos o para asegurar nuestra vejez.

Asimismo, a lo largo de nuestra vida, podemos contratar este tipo de seguro en el momento de contratar otros servicios, como por ejemplo, el préstamo de nuestra casa, la financiación del coche, la tarjeta de crédito en determinados pagos o la compra financiada de un electrodoméstico. Además, en algunos casos, nuestra empresa podrá hacernos un seguro por ser empleados.

¿Cómo sé si el fallecido tenía un seguro de vida?

Muchas veces, los herederos o beneficiarios desconocen qué seguros tenía ese familiar que ha fallecido. Desde hace unos años existe un Registro de Contratos de Seguros dependiente del Ministerio de Justicia que nos permite informarnos y cobrar el capital contratado. Podrás consultarlo en este enlace.

El seguro de vida es un complemento para controlar el riesgo de tener un préstamo, pero además es el precio de vivir tranquilo.

Para terminar, te dejo un modesto consejo que me doy a mí mismo, disfrutemos con nuestros seres queridos; en ocasiones nos olvidamos de que lo importante lo tenemos muy cerca.

Luis Herrán, Director de Seguros en UCI

Las publicaciones en el Blog de UCI, tratan temas de actualidad que pretenden ser de utilidad para nuestros lectores. No obstante, es posible que algunos de los post menos recientes contengan información no actualizada. Por ello es necesario que compruebes siempre la fecha de publicación del post.

  • satisfaccion

    Con explicaciones claras y la letra bien grande.

  • gestorpersonalizado_icon

    De persona a persona. Hoy te inscribes, mañana te llamamos.

  • producto-personalizado

    Adaptado a tu vida, la hipoteca que te queda como un guante.