Ya has elegido el piso o la casa que quieres comprar y te dispones a recopilar toda la documentación necesaria para tramitar su financiación y, por tanto, tu hipoteca. ¿Pero lo estás teniendo todo en cuenta? Te dejamos algunas recomendaciones para que tomes tu decisión de una manera informada y responsable.
Conoce las condiciones de contratación de la hipoteca
Puede parecer evidente, pero es fundamental que leas toda la documentación que vayas a firmar y te cerciores de que la comprendes, que todo es correcto y que se corresponde con lo acordado. Debes hacer especial hincapié en las cláusulas y las disposiciones, para comprobar que todo concuerda y se adapta a tus necesidades.
Comprueba el estado del piso
Seguro que tus preocupaciones ahora están centradas en la documentación y en la hipoteca, pero no olvides analizar el estado de tu nueva vivienda. No solo tienes que comprobar que efectivamente se encuentra en condiciones correctas físicamente (que no existen problemáticas que no te hayan notificado, por ejemplo), sino también que esté correctamente inscrita en el registro. Es aconsejable hablar con la comunidad también, para saber de qué gastos deberás encargarte a ese nivel.
Calcula cuánto dinero te prestará el banco y cuánto tendrás que aportar tú
En la mayoría de los casos, las entidades bancarias suelen conceder en torno al 80% del valor de tasación de la vivienda. El 20% restante y todos los gastos derivados de la compra y formalización del préstamo hipotecario (tasación, gestoría, notaría…) correrán de tu cuenta.
El tipo de interés
Como te hemos contado en otras ocasiones, puedes optar por una hipoteca con interés fijo, variable o mixto. Elige el tipo que mejor se adapta a tus posibilidades y a tus ingresos y no olvides que las cuotas de tu hipoteca no deben superar entre el 30 y 40% de tus ingresos netos.
Calcula los intereses y comisiones
En caso de optar por una hipoteca variable o mixta, recuerda calcular el interés máximo que podrías llegar a pagar en caso de las subidas de tipos. Puedes hacer un cálculo recogiendo el valor máximo alcanzado por el Euribor, en 2008.
Además, deberás tener en cuenta también las posibles comisiones de apertura o desistimiento que podría aplicar la entidad financiera en concepto de estudio, formalización o cierre de la operación.