La compra de una casa para reformar no termina hasta que no acaba la reforma. En este tipo de adquisiciones acertar con la obra es tan importante como la propia vivienda y quien se encargará de todo es el contratista. ¿Qué debes tener en cuenta a la hora de buscarlo? ¿Cómo elegir al contratista adecuado para reformar tu vivienda de segunda mano? ¡Vamos a verlo!
¿Mejor uno o varios contratistas?
Al planificar tu obra puedes contratar una única empresa o contratar la obra por oficios, de manera que más de una empresa o profesionales independientes se encargarán de cada área (electricidad, fontanería, diseño…).
La primera opción es la más habitual y su gran ventaja es que así centralizas los pagos y responsabilidades en una única empresa que será la que se encargue de subcontratar a la cuadrilla de obreros o de asignar una que tenga en plantilla.
Si uno de sus profesionales no puede trabajar por el motivo que sea, es más fácil que puedan reemplazarlo para que la obra siga adelante.
Además, una vez terminada la obra también podrás centralizar cualquier posible reclamación.
¿Qué tipo de contratista necesitas?
Esto depende mucho de la reforma que necesite la casa que has comprado, de tu presupuesto y del riesgo que quieras correr.
Hay tres opciones básicas:
- Un contratista al uso si tienes claro el diseño de la vivienda.
- Una empresa de diseño y construcción si vas a necesitar asesoramiento.
- Un arquitecto en caso de que la obra sea de gran envergadura.
Cómo elegir tu contratista y acertar
Para empezar y antes de ver cualquier clave concreta, haz memoria de tus contactos. ¿Tienes algún conocido que trabaje en el sector o entienda de diseño, decoración o construcción? Si es así, no dudes en pedir su ayuda para escoger contratista y también para controlar la obra.
Tener a alguien así a tu lado bien vale una buena cena como recompensa una vez termine la reforma. Con su ayuda, los consejos que verás ahora serán más sencillos de ejecutar:
No tengas prisa: contacta con más de una empresa
Vas a tener que vivir con la reforma que hagas durante mucho tiempo. Quien la planifique y la ejecute es tan importante como el propio diseño de la obra.
Por eso mismo, deberías pedir por lo menos tres presupuestos diferentes, aunque eso implique tener que buscar el doble de empresas. Y es que antes de pedir presupuesto tendrás que hacer tus deberes. Ahora verás cuáles son.
Busca referencias de las empresas e investiga
¿Cómo escoger al contratista de tu reforma? Empieza por averiguar la antigüedad de la empresa y cuánto tiempo lleva trabajando en tu zona. Esto te servirá para poder buscar opiniones de quienes hayan trabajado con ellos.
Así tendrás una idea más real de la empresa.
Comprueba su profesionalidad antes de presupuestar
Una vez hayas escogido las tres empresas a las que pedir presupuesto. Ahí es donde puedes comprobar su profesionalidad con cuestiones básicas como si visitan o no la vivienda antes de presupuestar, si toman medidas o por las formas de pago y los tiempos que pidan.
Pregunta por las licencias
En línea con lo anterior, pregunta por las licencias que puedes necesitar para la obra. Una contrata seria debería tener claro qué licencias hay que pedir y normalmente se encargará también de estos trámites.
Cuidado con escoger la más barata
Lo barato puede salir caro, tanto en el momento como a largo plazo. Si una empresa es sospechosamente más barata deberías preguntarte por qué y revisar el presupuesto.
La diferencia puede estar en la calidad de los materiales o en gastos adicionales que pretenda incluir durante la ejecución. Por eso, necesitarás un presupuesto detallado.
El presupuesto, siempre detallado y desglosado
El presupuesto es clave. Es lo que definirá el coste de las obras y en base al que se firmará el contrato. Tómate tu tiempo para analizarlo y pregunta cualquier duda que tengas al respecto.
En las obras de reforma se trabajan con dos tipos de presupuesto:
- El presupuesto a tanto alzado, que fija un precio global para cada partida o conjunto de las mismas.
- Presupuesto con precios unitarios, que detalla el coste de cada partida y el material. Por ejemplo, 25 m2 de suelo a 18 euros el m2.
La diferencia entre ambos es la de un presupuesto donde se indica que va a tirar una pared y sustituir por otra de ladrillo a otro que diga los materiales, el tipo de revestimiento, los metros cuadrados… Un presupuesto a tanto alzado también puede ser detallado en términos de calidades y acabados, pero nunca tanto.
La ventaja adicional del presupuesto con precios unitarios detallados por partida, es que te permitirá tener más claro qué estás gastando en cada cosa y ajustar tu presupuesto durante la obra si surge algún imprevisto.
Si te preocupa el presupuesto por la hipoteca, debes saber que hay hipotecas para comprar casa y reformar que suman ese dinero adicional a la hipoteca. Además, si apuestas por una casa medioambientalmente eficiente podrás incluso pedir una hipoteca verde.
Marca un plazo de ejecución
Siempre puede haber retrasos, pero es importante tener un marco temporal de actuación. Si quieres garantías adicionales puedes pedirle a la empresa que firme un contrato con el que te compense económicamente por cada semana o día que no se termine a tiempo.
Negocia también un plan de pagos y deja siempre un porcentaje para el final de la obra, cuando ya esté todo terminado.
Ten siempre todo por escrito
Para empezar, con un contrato que cierre todo lo que acabas de ver: el precio de la reforma, los plazos de ejecución (y las posibles penalizaciones), la forma de pago y el tiempo de garantía por la reforma (aunque la ley establece un mínimo).
Como es normal que en una obra surjan imprevistos o que quieras hacer algún cambio adicional, evita sorpresas dejando todo por escrito.
Esto incluye desde materiales defectuosos hasta sorpresas como que una pared no estaba impermeabilizada como pensabas antes de empezar la otra o los cambios que tú quieras hacer.
Con estos tips podrás tomar una buena decisión a la hora de elegir a quién contratas para reformar la vivienda que acabas de comprar.